824. Génesis
Capítulo VIII
Del Infierno
(Continuación)
De los infiernos de los que pasaron su vida en adulterios y lascivia, y de los infiernos de los embusteros y de las hechiceras.
Bajo el talón del pie derecho hay un infierno donde están los que se han deleitado en la crueldad y al mismo tiempo en los adulterios, y en esto han sentido los mayores placeres de su vida. Es admirable que aquellos que fueron crueles en la vida corporal fueran también adúlteros más que otros. Tales personas, que están en este infierno, practican métodos execrables de crueldad. Ellos hacen, por medio de fantasías, recipientes en forma de morteros, como los de los alfareros, e instrumentos de moler, con los que muelen y torturan a cuantos pueden. También fabrican hachas anchas como las de los verdugos, así como hachas, con las que se tratan cruelmente unos a otros, además de otras horrendas acciones. Hay algunos de los judíos que una vez trataron tan cruelmente a las naciones. Y este infierno aumenta hoy, especialmente por el número de los que son del llamado mundo cristiano y han puesto todo el placer de su vida en adulterios, y que, en su mayor parte, también son crueles. A veces su placer se convierte en un olor a excremento que se exhala fuertemente cuando se abre este infierno; yo he olido este olor en el mundo de los espíritus y entonces casi me desmayé. Este olor infeccioso a estiércol invade a veces el infierno y a veces cesa. Es el placer de ellos en los adulterios lo que se convierte en tal infección. Con el tiempo, después de pasar un período de tiempo en tales cosas, se quedan solos, se vuelven inmóviles en su tormento, y se vuelven como esqueletos sin forma, aunque todavía viven.