De obras de Swedenborg

 

Arcanos Celestiales #0

Estudiar este pasaje

/ 10837  
  

Arcanos Celestiales, que fueron revelados en la Santa Escritura o Palabra del Señor, a saber, de los libros Génesis y Éxodo, juntamente con las maravillas que fueron vistas en el mundo de los Espíritus y en el Cielo Angelical.

Traducción por la Editio Tertia, Londini, 1949 por el Rev. Cristóbal Rabelo Nobre y el Rev. Johnny Villanueva

Volumen I – Números 1-691

Génesis, Capítulos 1-6.

Esquema de la Obra, por el Autor

En los ARCANOS CELESTIALES, los cuales fueron revelados en la Escritura Santa o Palabra del SEÑOR, están contenidos en su explicación lo que significa el sentido Interno de la Palabra. Sobre la naturaleza de este sentido, vea las cosas que al respecto de ella fueron mostradas por experiencia, no 1767-1777; nos 1869-1879; además en los contextos, nos 1-5, 64-66, 167, 605, 920, 937, 1143, 1224, 1404, 1405, 1408, 1409, 1502 y en el final de los nos 1540, 1659, 1756, 1783, 1807. Las Maravillas vistas en el Mundo de los Espíritus y en el Cielo de los ángeles están expuestas antes y después de cada uno de los capítulos en esta primera parte.

i. De la resurrección del hombre de entre los muertos y su entrada en la vida eterna, nos 168181

ii. De la entrada del resucitado en la vida eterna, nos 182-189.

iii. Continuación de la entrada del hombre en la vida eterna, nos 314-319.

iv. La naturaleza de la vida del alma o espíritu allí, nos 320-323.

v. Algunos ejemplos de lo que algunos espíritus habían pensado en la vida del cuerpo sobre el alma o espíritu, nos 443-448.

vi. Del cielo y de la alegría celestial, nos 449-459.

vii. Continuación del cielo y de la alegría celestial, nos 537-546.

viii. Continuación del cielo y de la alegría celestial, nos 547-553.

ix. De las sociedades que constituyen los cielos, nos 684-691.

x. Del infierno, nos 692700.

xi. Los infiernos de aquellos que pasaron la vida odiando, vengándose y vivieron en la crueldad, nos 814-823.

xii. Los infiernos de aquellos que pasaron la vida en los adulterios y lascivia; después veremos, el infierno de los estafadores y de las impostoras, nos 824-831.

xiii. Los infiernos de los avarientos; la Jerusalén impura y de los ladrones en el desierto; después, los infiernos excrementicios de aquellos que vivieron en meros placeres, nos 938-946.

xiv. Otros infiernos, que fueron diferentes a los anteriores, nos 947-970.

xv. De las devastaciones, nos 11061113.

xvi. La Iglesia Antiquísima, que es llamada Hombre o Adán, nos 1114-1129.

xvii. Los antediluvianos que perecieron, nos 1265-1272.

xviii. La situación del Máximo Hombre y también del lugar y de la distancia en la otra vida, nos 1273-1278.

xix. Continuación de la situación y del lugar, bien como la distancia y del tiempo en la otra vida, nos 1376-1382.

xx. La percepción de los espíritus y de los ángeles y de las esferas en la otra vida, nos 1383-1400.

xxi. Continuación de la percepción y de las esferas en la otra vida, nos 1504-1520.

xxii. La luz en que los ángeles viven, nos 1521-1534.

xxiii. Continuación de la luz en que los ángeles viven, y también de sus lugares paradisíacos y sus habitaciones, nos 1619-1633.

xxiv. Lenguaje de los espíritus y de los ángeles, nos 1634-1650.

xxv. Continuación del lenguaje de los espíritus y de sus diversidades, nos 1757-1764.

xxvi. De la Escritura Santa o Palabra en donde están encerradas cosas Divinas que se manifiestan ante los buenos espíritus y ángeles, nos 1767-1777.

xxvii. Continuación de la Escritura Santa o Palabra, nos 1869–1879. Varias explicaciones al respecto de los espíritus y ángeles en general, nos 1880-1885.

---

/ 10837  
  

Many thanks to our friends at the Heavenly Doctrines Publishing Foundation for the permission to use this revision of the text.

De obras de Swedenborg

 

Arcanos Celestiales #831

Estudiar este pasaje

  
/ 10837  
  

831. Hay quienes vivían según sus inclinaciones, se ocupaban sólo de sí mismos y del mundo, y ponían toda la vida y el placer de la vida en el decoro externo, con lo cual eran más estimados que los demás en la sociedad civil. Así, por actos y hábitos, adquirieron la habilidad de poder insinuarse en las codicias e voluptuosidades de los demás, simulando honestidad, pero con fines de dominación. De ahí que su vida se volviera simulada y engañosa. Semejantemente como los otros, asistían a las iglesias, pero sin otro propósito que el de parecer honestos y piadosos. Y, además, estaban privados de conciencia, inclinados al escándalo y al adulterio en cuanto podían disimular. En la otra vida, éstos piensan igual; no saben lo que es la conciencia y se ríen de los que nombran la conciencia. Se introducen en cualquier afecto ajeno, simulando lo honesto, piadoso, misericordioso e inocente, cosas que para ellos son medios de engaño. Y, cada vez que se les quitan las ataduras exteriores, se precipitan en las cosas más celadas y obscenas.

[2] Estas son las que, en la otra vida, se convierten en magas o hechiceras, entre las cuales algunas son llamadas sirenas. Allí se apoderan de artes desconocidas en el mundo. Son como esponjas que absorben artificios indignos, y por tal genio los ejercen fácilmente. Los artificios desconocidos en el mundo, que aprenden allí, son el de poder hablar como si estuvieran en otro lugar, de modo que su voz se oiga como si fuera de espíritus buenos que hablan desde otro lugar; el de poder estar con muchos casi al mismo tiempo, persuadiendo así a los demás de que están en muchos lugares; el de hablar con muchos al mismo tiempo y en varios lugares al mismo tiempo; el de poder desviar las cosas que influyen en los espíritus buenos, incluso las que proceden de los espíritus angélicos, y pervertirlas luego en su favor de diversas maneras; pueden inducir la semejanza en los otros por ideas que captan y moldean; pueden inspirar en cualquiera afecto hacia ellos insinuándose en el estado de afecto de los otros; pueden desaparecer repentinamente de la vista de los otros y escapar sin ser vistos; pueden representar ante los Espíritus una llama blanca alrededor de sus cabezas, y esto ante muchos, lo que es un signo angélico; pueden simular la inocencia de diversas maneras, hasta representando niños a quienes besan. También inspiran a otros, a los que odian, para que los maten, porque saben que no pueden morir, y entonces los acusan de asesinos y hacen publicidad de ello.

[3] Excitaban de la memoria todo lo malo que yo pensé y practiqué, y esto muy hábilmente. Como yo estaba durmiendo, hablaban a otros como si fuera yo, de modo que los espíritus eran persuadidos, e incluso cosas falsas y obscenas, además de muchas otras cosas. Su naturaleza es tan persuasiva que no se percibe nada de lo que se pueda dudar; por eso sus ideas no se comunican, como las de los otros espíritus. Tienen ojos como los de las serpientes, según se dice, teniendo la vista y la idea presentes en todas partes. Estas hechiceras o sirenas son severamente castigadas, unas en la Gehena, otras en una especie de curia, otras entre serpientes, otras por laceraciones y choques diversos, con el máximo dolor y tormento. Con el tiempo se disocian y se convierten en esqueletos, de la cabeza a los pies. La continuación sigue al final del capítulo.

  
/ 10837  
  

Many thanks to our friends at the Heavenly Doctrines Publishing Foundation for the permission to use this revision of the text.

De obras de Swedenborg

 

Arcanos Celestiales #814

Estudiar este pasaje

  
/ 10837  
  

814. Del Infierno

Aquí, al respecto de los infiernos de los que pasaron su vida en el odio, la venganza y la crueldad

Los que tienen un odio mortal y por eso aspiran a vengarse -ni desean otra cosa que matar al otro, y no descansarán hasta haberlo hecho- son recluidos en un infierno profundo y cadavérico, donde el olor es tan fétido como el de los cadáveres. Y es admirable que allí se deleiten tanto con este hedor que lo prefieran a olores muy agradables. Tal es su espantosa naturaleza y su fantasía, de cuyo infierno realmente exuda este hedor. Cuando se abre este infierno, lo que ocurre raramente y sólo por poco tiempo, se desprende tan mal olor que los espíritus no pueden permanecer en sus proximidades. Ciertos genios, o más bien furias, que fueron enviados desde allí para que yo conociera su calidad, infectaron el ambiente [sphaeram] con un aliento tan venenoso y pestilente que los espíritus no podían permanecer a mi alrededor, y esto tuvo tal efecto en mi estómago que me provocó el vómito. Se manifestaron como un niño, que no era feo de rostro, a quien enviaron hacia mí con una copa en la mano, llevando oculto un puñal. De este modo llegó a mi conocimiento que su intención era matar, ya fuera con daga o veneno, bajo la apariencia de inocencia, pero ellos mismos tenían un cuerpo desnudo y negruzco. Sin embargo, pronto fueron devueltos a su infierno cadavérico y entonces se dio a observar de qué manera se precipitaron. Avanzaron hacia la izquierda, en el plano de la sien izquierda, y hasta una gran distancia, sin descender, y luego fueron precipitados, primero en un fuego que apareció, luego en un humo de fuego como de un horno, luego, bajo este horno, en el interior, donde hay muchas cavernas sombrías que miran hacia abajo. En el camino, reflexionaban continuamente sobre los males y los pretendían, especialmente contra los inocentes, sin causa alguna. Cayeron al fuego con muchos lamentos. Para que se pueda distinguir quiénes son estos espíritus y de dónde vienen, cuando son enviados, traen una especie de círculo al que están fijadas espinas como de latón, que agarran con las manos y retuercen, lo que es una indicación de que son tales y están atados.

  
/ 10837  
  

Many thanks to our friends at the Heavenly Doctrines Publishing Foundation for the permission to use this revision of the text.