De obras de Swedenborg

 

La Nueva Jerusalén y su Doctrina Celestial #0

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0. La Nueva Jerusalén y su doctrina celestial

Del Cielo Nuevo y de la Tierra Nueva, y de lo que se entiende por la Nueva Jerusalén

Resumen:

[i.] Prólogo a la Doctrina - 8

[ii.] Del Bien y la Verdad - 11

[iii.] De la Voluntad y el Entendimiento - 28

[iv.] Del hombre interior y exterior - 36

[v.] Del Amor en General - 54

[vi.] De los Amores de Sí Mismo y del Mundo - 65

[vii.] Del Amor al Prójimo o Caridad - 84.

[viii.] De la Fe - 108

[ix.] De la Piedad - 123

[x.] De la Conciencia - 130

[xi.] De la Libertad - 141

[xii. Sobre el Mérito - 150'. [xiii.] Sobre el Arrepentimiento y la Remisión de los Pecados - 159

[xiv.] De la Regeneración - 173

[xv.] De la Tentación - 187

[xvi.] Del Bautismo - 202

[xvii.] De la Santa Cena - 210

[xviii.] De la Resurrección - 223

[xix.] Del Cielo y del Infierno - 230

[xx.] De la Iglesia - 241

[xxi.] De la Sagrada Escritura o la Palabra - 249

[xxii.] De la Providencia - 267

[xxiii.] Del Señor - 280

[xxiv.] Gobierno Eclesiástico y Civil - 311

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De obras de Swedenborg

 

La Nueva Jerusalén y su Doctrina Celestial #267

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267. [xxii.] De la Providencia

El gobierno del Señor en el cielo y en las tierras se llama providencia. Y puesto que todo el bien que pertenece al amor y toda la verdad que pertenece a la fe -por la que hay salvación- proceden de Él y no absolutamente del hombre, es por tanto evidente que la divina Providencia del Señor está en todas y cada una de las cosas que conducen a la salvación del género humano. Así lo enseña el Señor en Juan:

"Yo soy el Camino... la Verdad y la Vida" (Juan 14:6);

Y, en otro pasaje:

"Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en Mí;... sin Mí no podéis hacer nada" (Juan 15:4-5).

  
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